miércoles, 24 de marzo de 2010

Puedo cambiar, pero no lo pienso hacer.


Voy a ser como tú quieras. Porque me he dado cuenta de que puedo ser como quiero.
Puedo serlo todo y nada a la vez. Puedo ser simpática y tener el toque de borde que siempre te encantó demostrarme. Puedo ser como tú quieras. Como quieras tú. Puedo ser la chica más fuerte y no llorar con ninguna mala noticia, o puedo caer en tus brazos cada vez que me digan cualquier tontería. Puedo decir cosas como, por ejemplo, “déjame en paz, imbécil” o ser la más ñoña del mundo y repetirte una y otra vez lo mucho que te quiero. Puedo ser la chica más marimacho que has podido conocer o ser una chica refinada. Puedo ser la chica atrevida y divertida que le hace falta a tu vida o la miedosa y callada que no ha roto un plato en su vida. Puedo ser la chica loca de la que te ries o la chica cuerda que se ríe de ti. Puedo ser tan graciosa que no pararás de reirte ni un segundo conmigo o puedo ser una persona seria que nunca tiene pavo. Puedo ser una chica difícil si es lo que quieres y también puedo ser la chica más fácil de conquistar si es que quieres que lo sea. Puedo ser una chica mala y saltarme las clases y escaparme de casa o puedo ser la chica buena de la película, la que siempre le van mal las cosas, pero luego consigue lo que necesitaba. Puedo ser una chica muy predecible o llegar a ser una verdadera caja de sorpresas. Puedo morirme de envidia cada vez que te veo con otra o pasar totalmente desapercibida y que no te des ni cuenta de que estoy ahí. Puedo ser tranquila y ponerte de los nervios o puedo ponerme de los nervios cuando estás tranquilo. No te das cuenta, ¿verdad? ¿No te das cuenta de que eres lo que me hace cambiar? Aunque siempre dije que no cambiaría he cambiado de verdad. Ahora soy lo que quería ser, lo que aparentaba ser para que te fijases en mí. La vergüenza que crees que nunca he tenido, la perdí hace un tiempo. Y todo gracias a ti. Tú, querido, me haces ser más feliz. Feliz con la gente, feliz contigo y me has hecho ser feliz sin ti. Nunca he querido que te sintieses orgulloso de haberme tenido a tu disposición, aunque, lo conseguiste muchas veces. Sí, he intentado no caer, una y otra vez. Pero caigo. ¿No te das cuenta de que eres diferente? No, ni siquiera sabes con seguridad lo que pienso de ti. Puedes hacerme cambiar y, quieras que no, me doy cuenta ahora, quizás porque yo sea la chica más inocente del mundo o quizás porque soy tan imbécil que nunca me he parado a pensar lo que soy realmente. Hoy sí he parado a pensarlo. Y he pensado una cantidad de cosas que me pueden. No me gusta para nada ser la chica que realmente quieres que sea. Porque si es así, sé que nunca llegará el momento en el que te enamores de mí. Puede que te fijes, o puede que pienses en todo lo que podría llegar a pasar. Pero definitivamente, nunca te enamorarías de mí en realidad. ¿Por qué? Porque soy quien tú quieres. No soy yo. Sino, la chica que quieres. Y son cosas muy distintas. Lo he decidido completamente. Voy a ser yo. Una chica normal y corriente, de las que no destacan con mucha frecuencia. Una chica divertida a la que le gusta reirse aunque se le vean los putos brakets de mierda.La que se rie de si misma. Y desde luego esa chica no es la que buscas. Sé que no tengo muchas virtudes. Y sé, obviamente, que en mí abundan los defectos, miles de defectos. Pero lo que sí sé con seguridad sobre todo es: 'Que no voy a cambiar por conseguir algo que para mí está prohibido,porque sí, para mí tú estás prohibido'.

2 comentarios:

  1. claro que si, se tu misma pequeña ^^
    solo así le enamoraras jojo a mi me funciona.
    Un besote chiquitin.

    ResponderEliminar
  2. =0 Lindo post, solo hay que ser uno mismo y ya, sin darle gusto a nadie =D

    ResponderEliminar