domingo, 5 de diciembre de 2010

¿Quién dijo que para hacer las cosas bien hay que pensar?.

¿Y pensando se es realmente feliz?
¿Haciendo las cosas perfectas?
¿No equivocandose nunca?
Riete de la gente que lo hace todo bien, que dice ser feliz, perfecta, porque es todo mentira, las verdaderas sonrisas están en la adrenalina y en los momentos especiales, en los cuales, ni piensas, ni razonas, ni haces lo correcto, nada de eso importa, y la vida está en esos momentos, en ser un impulsivo, en equivocarse, en hacerlo todo al revés, en querer y odiar, en arriesgar, en vencer el miedo, en pasar de fase, que se quede en ya no quiero, sólo hecho de menos.